Desde los consejos más clásicos, como ducharse en 5 minutos o poner el lavavajillas siempre lleno, hasta otros métodos más sofisticados como poner reductores de caudal, hay muchas formas de hacer un uso eficiente del agua y ahorrar dinero.
El uso eficiente del agua ya no es una opción y se ha convertido en una necesidad. El 22 de marzo, la conmemoración del Día Mundial del Agua recuerda cada año la importancia de este líquido esencial, al tiempo que pretende concienciar sobre la crisis mundial del agua y, como reconoce Naciones Unidas: "Buscar medidas para abordarla de manera que logremos el Objetivo de Desarrollo Sostenible 6: Agua y saneamiento para todos para 2030".
¿Qué medidas podemos adoptar para ampliar el acceso al agua potable y al saneamiento?
¿Es posible reducir el consumo de agua sin necesidad de grandes intervenciones? ¿Cuáles son las claves para ahorrar agua en casa? La respuesta a estas y otras preguntas similares tiene que ver con el compromiso individual de cada uno. Dejando a un lado los efectos del cambio climático, la voluntad es potencia y hay muchos consejos para ahorrar agua en casa que ayudarán a minimizar tu consumo fácilmente a través de pequeños gestos.
El mantenimiento adecuado es crucial para el uso eficiente del agua en el hogar. Un grifo con fugas, un inodoro que no funciona bien o una tubería con una pequeña fuga son solo algunos ejemplos de fallos de funcionamiento que, por insignificantes que parezcan, implican un consumo invisible que puede insaciar considerablemente si no se resuelve previamente.
Por eso es importante revisar las instalaciones de vez en cuando. Una vez que se verifica algún tipo de deterioro o se detectan daños, es importante intervenir lo antes posible para evitar más males.
Aprovechar al máximo sus instalaciones y tuberías va más allá de verificar si hay fugas de agua. Además de prevenir o reparar posibles averías, puedes incorporar dispositivos que contribuyan a tu eficiencia.
Por ejemplo, ya existen mecanismos que mezclan aire con agua, generando la sensación de abundancia de agua en el chorro. Sin embargo, su uso reduce el consumo de agua, así como interruptores de flujo o reductores de flujo para grifos.
Este gesto, que, a priori, puede parecer poco importante, se traduce en un ahorro considerable. De hecho, los expertos calculan que cada minuto de baño consume entre 8 y 15 litros de agua, así que basta con hacer los cálculos para comprobar la efectividad del cambio de hábito.
Sin embargo, también puedes reducir el consumo de agua al bañarte enjabonando con el grifo cerrado o colocando limitadores de caudal que ahorran hasta un 50% de agua.
¿Lavas los platos a mano o usas el lavavajillas? El debate no permite la discusión y siempre que se use adecuadamente, la segunda opción es una de las formas más populares de ahorrar agua en el hogar. Para que su uso sea realmente eficiente, recuerda: el lavavajillas debe estar siempre lleno y, si es posible, buscar siempre electrodomésticos energéticamente eficientes.
No mejorará la calidad del agua, pero seguro que podrá reducir costes, algo tan sencillo como poner un cubo de basura en el inodoro ayudará a dejar el inodoro como basurero. Esto evita descargas constantes e inútiles que evitan el desperdicio innecesario de agua.
No serás el primero ni el último en dejar correr el agua mientras esperas hasta que tengas la temperatura ideal. Sin embargo, este es uno de los escenarios en los que un pequeño gesto puede ayudar a reducir el consumo de agua.
Basta con colocar un recipiente y aprovechar estos litros para otras tareas: desde lavar las verduras, regar, remojar las verduras para el día siguiente o usar para limpiar.
También recordamos la necesidad de mantener los grifos cerrados cuando no se utiliza agua o, en otras palabras, no dejar el grifo abierto mientras se afeita o se cepilla los dientes, por ejemplo.
Incluir plantas como parte de la decoración del hogar es casi terapéutico, pero su cuidado también implica un consumo de agua que puede contener o incluso reducir. Como decíamos hace unas líneas al hablar de objetivos de desarrollo sostenible, apostar por plantas autóctonas que no necesitan riego o instalar sistemas de riego por goteo, por ejemplo, son dos formas de ahorrar en la factura del agua en casa.